miércoles, 20 de abril de 2011

Sobre las licencias

Afortunadamente me metí justo después de visitar la AECLU en mi preciada clase de Bikram Yoga. Una hora y media de máxima concentración y aislamiento total.

Es fácil de explicar pero difícil de entender. Y es que está demostrado que lo más difícil de poner un negocio no es ni tener una idea, ni la pasta, ni que todos los socios estén de acuerdo, ni pensar una marca y tener la suerte de que no esté registrada, ni encontrar un local y llegar a un acuerdo con sus dueños. Ni siquiera son un problema los 12 meses de aval. Es LA LICENCIA.

Hace poco lo hablaba con un amigo que después de toparse con mil y una trabas para poner precisamente un negocio de Bikram Yoga, simplemente se marchó a Miami. Donde según él resolvió en un mes todo el saco de problemas contra los que llevaba luchando en Madrid desde hacía ya 4 meses (y los que le quedaban).



Noelia, la de las licencias no paraba de soltarme leyes y más leyes, tantos y tantos problemas que he tenido que tomar apuntes y en vez de ayudarme se iba hinchando cual pavo cuanto más me hundía yo en la silla con cara de desesperación. Si, se regocijaba ante mi ignorancia y la sensación de haberme creado un muro que ahora mismo me parece inquebrantable.

Y es que en vez de ayudarte te plantean cientos de inconvenientes, te fotocopian leyes a todo color, no te dan ninguna opción y tú lo tienes que solucionar todo como si toda tu vida te hubiesen estado preparando para ello. Cuando me he levantado solo he podido decir "vaya, creo que por ahora me he quedado sin negocio...a dos dias de firmar con los dueños del local" y Noelia me ha mirado satisfecha. Lo ha logrado. Una licencia menos que tramitar...o al menos esa es la sensación con la que me he quedado. Su trabajo no consiste en gestionar licencias, consiste en hundirte para no tener que gestionarlas.

Así que o me voy a Miami a montar "Terrible Kids" o Noelia te garantizo que mi licencia si que la vas a gestionar.




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