miércoles, 29 de abril de 2015

Gracias.

Y empezó a morir el sol y el cielo se vistió de rojo.
Era uno de esos días que anuncia la llegada del verano. Hacía calor, mucho calor. Me rascaban los últimos rayos de sol en la nuca. Y ahí estaba yo con mi pequeña Hércules de la que todos se habían reído pinchando en medio de la montaña, en medio de Cerler. Tan pequeña y tan nada en medio de aquella inmensidad haciendo bailar a tanta gente. Levantaron los brazos y cerraron los ojos casi a la vez que yo. LOAD. Y empezó a sonar Parade (Dominik Eulberg Remix) de RONE y ni me molesté en buscar el siguiente tema porque se detuvo el tiempo, ahí en medio de la nieve inmaculada, minúsculos y tan insignificantes, perdidos en una tremenda e indescriptible puesta de sol. Aquellos desconocidos me regalaron uno de los mejores momentos de mi vida. Durante 9 minutos y 14 segundos vi pasar estos 5 últimos meses. Y por fin, por fin, entendí porque. A veces todo el sufrimiento cobra sentido en un sólo instante.

Y aquí estoy a las 00.52 en la oscuridad de mi reino deseando escribir lo que no puedo contar aún, escuchando ese mismo tema en loop. Hoy, aquí y ahora, acaba de empezar un nuevo capítulo de mi vida. Aún más alucinante que todos los demás porque está todo entero por escribir. Porque por fin me han regalado un cuaderno lleno de hojas en blanco, un boli bien cargado de tinta, una cabeza vacía de miedos y un espíritu lleno de ganas. Porque hoy por fin, sé que no tengo que girar ni a la derecha, ni a la izquierda, ni tampoco seguir esperando sino seguir de frente. Hoy por fin llegó esa señal y estoy tan nerviosa por empezar a gastar tinta que padezco insomnio y quiero que vuelva a amanecer ya.

El camino entre cada Gran Capítulo de nuestras vidas está lleno de baches pero cuando logras llegar a la siguiente parada todo cobra sentido.¡Qué empiece el espectáculo! Gracias vida por esta nueva oportunidad.


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